Guía:

Abuelito dime tú

La abuela de Rosa

La abuela de Rosa es muy viejecita y sabe contar historias muy bonitas.
En todas las hojas izquierdas nos encontramos con el texto, en las hojas derecha una fotografía de lo que nos está contando la historia.
La página izquierda tiene de 1 a 4 líneas de lectura, el niño puede elegir si lo quiere leer en minúsculas o mayúsculas, por muy lento que pueda leer el peque se lo acaba en poco tiempo así no acaba aburriéndose del libro.

Abuela, cuéntanos un cuento

Clara y David van a visitar a su abuela. Cuando están jugando en el salón, le piden que les cuente un cuento, y ella coge un libro y empieza a leer la historia de dos niños que juegan en una casa encima de un árbol, y que escuchan las historias que su abuela les cuenta. 

Cuentos de la abuela Amelia

Nina y sus padres han tenido que hacer un largo viaje hasta la casa de la abuela Amelia, que está enferma. Ella parece que pierde la memoria y que ya no puede vivir sola. Al menos, eso es lo que creen. Su nieta, sin embargo, no está dispuesta a aceptar que Amelia tenga que vivir en una residencia y se olviden todas sus historias

La abuela necesita besitos

Un cuento lleno de sensibilidad sobre el valor del amor y la ternura, especialmente de los nietos, ante la vejez y las enfermedades degenerativas. El libro pretende fomentar el respeto hacia las personas mayores y ayudar a los más pequeños a ver el envejecimiento y los procesos de deterioro mental asociados como algo natural y, a menudo, inevitable. Además de exponer algunas acciones recomendadas para estimular la memoria, las autoras proponen un remedio infalible para apaciguar los procesos degenerativos: amor, ternura y muchos besitos.

La casa de mi abuela

El día en el que cumplí siete años tuve que ir a casa de mi abuela a recoger la tarta que me había hecho (y había olvidado llevar a mi fiesta de cumpleaños). Hasta aquí todo parece normal, pero cuando conozcas a mi abuela sabrás que nada en ella es normal.

La abuela de Olivia se ha perdido

Como siempre, Olivia acompaña a su abuela al supermercado. Van a comprar los dulces y los bizcochos para el domingo. A las dos les encantan los dulces. De pronto, cuando están mirándolos, la abuela de Olivia se pierde. Por suerte, un señor que pasaba por allí la acompañó hasta un mostrador y desde allí, con un micrófono, llamó a la abuela de Olivia. En cuanto su abuela apareció, se fueron las dos juntas a casa.

La abuela tiene una medicina

En este texto se cuenta la historia de un niño llamado Pedro que en un día de tormenta llegó mojado a la casa y consecuentemente se enfermó. Sus padres le dieron leche con miel y jarabe, pero seguía tosiendo. Nadie podía dormir por su tos, hasta que la abuela fue hasta su cama, le contó un cuento y se durmió.

Nacho viaja con su abuela

Nacho viaja por primera vez en avión, y lo hace acompañado por su abuela. Tendrá que esperar en una cola, ponerse el cinturón, el avión despegará...

Abuela de arriba, abuela de abajo

Un día a la semana Tomi, un niño de cuatro años, va a visitar a sus dos abuelas; en realidad, abuela y bisabuela con las que comparte momentos de cariño. A medida que pasa el tiempo Tomi se da cuenta de que la vida tiene un principio y un final. Un tierno relato que sirve para iniciarse en los conceptos de vejez y muerte sin perder de vista valores como el amor y las relaciones familiares. Una bella historia que muestra la importancia de las relaciones entre abuelos y nietos.

Las trenzas del abuelo

"El abuelo Serafín tiene un bigote blanco como la nieve, y muy muy largo.
Cada mañana se peina el bigote y hace dos trenzas.
¿Cuando las trenzas lleguen al suelo, me las cortaré¿ ¿ dice el abuelo.
Serafín tiene cuatro nietas: toma dos de la mano y las otras dos¿. ¡se le cuelgan de las trenzas!
Cuando hace frío, en la parada del autobús todo el mundo se abriga con las trenzas del abuelo Serafín.
Cuando se asoma a la ventana, los vecinos le tiran de las Trenzas y se ríen.
Nadie quiere que se las corte, pero él insiste: ¿¡Cuando las trenzas lleguen al suelo, me las cortaré!¿
El zapatero del barrio es muy listo: cuando el abuelo Serafín le lleva para arreglar, le añade otras suelas.

La abuela no quiere comer

Cuatro historias sobre abuelos y abuelas para que los más pequeños aprendan a querer y a valorar a la gente mayor. Un reto para nuestra sociedad. 

La colcha de la abuela

La abuela de Emily se muda a la residencia de la tercera edad " Vista del Bosque ". No es fácil para ella dejar su casa y sus amigos de la calle Arce después de tantos años. Cuando Emily va de visita, se encuentra a Oma sentada en una esquina de su nueva habitación. Nada le hace feliz. En casa, Emily y su madre revisan las cosas de Oma. Encuentran muchos tesoros...,¡Y la forma de hacer que Oma se sienta como en casa!

Abuelita ¿Te acuerdas?

"Mi abuelita es especial: lleva zapatilllas de deporte con cordones amarillos y se ríe muy alto. Recuerda muchísimas cosas de cuando era pequeña, como los carros que llevaban la leche a las casas, canciones especiales y la receta de su tarta de manzana. Pero algunos días, la memoria de mi abuelita no es tan buena..."Este cuento está protagonizado por Marga y su abuela con alzheimer. Esta niña ayuda a su abuela a luchar contra su memoria y el mayor miedo que tiene es que llegue el día en que su abuela ya no la recuerde.La pequeña Marga nos va contando a lo largo de las páginas del libro cómo es la convivencia con su abuela y cómo se tiene que organizar su familia para adaptarse a la pérdida de la memoria de uno de sus seres más queridos.

Abuelo tejón, ¿tú sabes hacerlo?

Hay bastantes cosas que el abuelo Tejón ya no puede hacer tan bien como cuando era joven, pero tiene muchísimo que enseñar a su joven nieto. Este libro resalta los valores que la gente mayor guarda en su valiosa experiencia de la vida.

Mi abuelo es una gata

Marciana piensa que su abuelo se ha vuelto loco: se lo ha encontrado haciendo agujeros en las paredes, maullando y gateando. ¿Será ése su regalo de cumpleaños?